¿Por qué las mujeres venezolanas necesitamos una agenda mínima?
Crédito: Federico Parra AFP Getty
En mayo emprendimos la Alianza de Mujeres por la Democracia en Igualdad que busca establecer puentes y vínculos entre las mujeres venezolanas para lograr la participación de manera paritaria en la toma de decisiones y en los mecanismos nacionales e internacionales para la solución de la crisis venezolana.
Agrupamos a mujeres de todos los sectores para pensar cómo afrontar este enorme desafío y concluimos que era vital adoptar una agenda común prioritaria. Aunque algunas participantes del primer encuentro consideraron que no podíamos denominarla agenda mínima porque tenemos muchos asuntos pendientes que nos afectan, sabemos que para lograr cambios es vital organizar nuestras demandas, así que empezamos por trazar aquellas consideradas impostergables a corto plazo como forma de establecer un consenso por los objetivos comunes.
Por ello, la agenda mínima o prioritaria, debe enfocarse en lograr un consenso sobre objetivos claros cuyo énfasis sea la igualdad y la inclusión de la perspectiva de la perspectiva de género, que tome en cuenta las desigualdades y discriminaciones que generan las intersecciones de las distintas posiciones socioeconómicas sobre las mujeres como el origen étnico, la orientación sexual, la discapacidad y que no pueden entenderse de manera aislada.
Esta agenda entiende el impacto diferenciado que la situación del país y la Emergencia Humanitaria Compleja tiene sobre las mujeres y es una forma de tejer alianzas, de unificar esfuerzos, de focalizar la estrategia, de generar propuestas, de maximizar los resultados, de conectarnos para poder crear y de ser las voceras de lo que está sucediendo en el país.
Por eso es necesario insistir en una alianza de mujeres. Más allá de un tema de organización entendemos que hace falta compromiso de quienes aquí se agrupan. No olvidemos que las mujeres somos agentes de cambio político, social, económico, cultural y debemos y tenemos que asumir como compromiso, que siendo medio país en igualdad numérica, también debemos lograr serlo en igualdad de oportunidades de ocupar posiciones de poder. ¡Estamos preparadas!
A partir de ahora tenemos que generar una narrativa que permita un cambio de paradigma - mujeres como actoras políticas PRINCIPALES, que no solo tengan visibilidad, sino que estén incluidas en TODOS los espacios de negociación y en todos los procesos que buscan salir de la crisis y buscar una salida pacífica a los problemas del país.
Esa narrativa común no pretende ser unificadora pues puede haber divergencia en los puntos de vista, pero una narrativa común es el comienzo para poder construir la agenda y ejecutarla; en donde los intereses de mujeres estarán por encima de intereses partidistas, pero a la vez debemos apoyarnos en las instituciones- plataformas en las que estamos. Impulsar los liderazgos de las mujeres y mantener un discurso o narrativa unificado.
Juntas establecimos las características de este recién nacido espacio y más adelante seguiremos delineando esta agenda mínima y prioritaria de las mujeres para lograr #DemocraciaEnIgualdad.
